fin del mundo

12 julio 2007

por qué se habrá acuñado la frase fin del mundo para referirse al fin de todo?

desde lo que se siente en esta ciudad desopilante
desde el lunes cuando después de casi 100 años
volvió a nevar
se están recalentando las teorías del fin

pero nada más parecido al fin
al "acá está pasando algo raro"
que el paseo en auto de esta noche

avenidas
y calles de Buenos Aires absolutamente vacías
....
así es precioso

(venía medio enrevesada conmigo y mis decisiones y gustos contra la corriente
estos días,
pero hoy me dije
estas cosas en la Bristol no te pasan
porque el placer de disfrutar la ciudad para nosotros, Die
sólo se da
porque a diferencia de TODOS
no estábamos mirando el partido Argentina-México)

y así
desde adentro del auto
con el hombre que fumaba mecánicamente
volví a alegrarme
por no ser como TODOS

 

1 comentarios:

Y pero sí... Eso es la flaneurie! Eso habrá sentido el mismísimo Baudelaire cuando se perdía por las rues de la Capital del Siglo XIX. Hay una ciudad que también duerme. Marlowe o Chandler registraban ciudades en las que el paseante, el caminante se perdía, se dejaba conducir por la ciudad (la tierra, la tierra de uno, siempre será una prolongación de la madre). ¿Qué mejor recorrido, qué mejor consejo?
Yo acaricio a Buenos Aires diariamente, voy y vengo por lugares insospechados, el volante se direcciona solo... Saavedra y Núñez, Palermo, Retiro, Monserrat, Constitución, San Crístóbal, Boedo, Flores, Paternal... y, de nuevo, Urquiza, Saavedra. ¡Y nunca es lo mismo! La existencia, las ciudades (la Ciudad) a mí se me figuran siempre una vuelta diferente, aunque se trate de lo mismo. Hay que aprender a mirar. Si el diario vivir no se acopla al dispositivo o la capacidad de volver a mirar lo mismo con aire nuevo, todo es pasible de aburrimiento, el gran problema de los idiotas del nuevo siglo.
A mí me flasheó del paseo de ayer rememorar años tan lejanos en el tiempo. Dios! Cuánta gente que ha sido tan importante en un momento determinado, con el tiempo deja de serlo. Me genera una rebeldía incontrolable constatar eso.
Un gran abrazo.
Diego

Anónimo dijo...
3:59 p. m.  

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